Día tras día, las empresas se han visto obligadas a realizar cambios tecnológicos a fin de adaptarse a los nuevas normativas, innovaciones tecnológicas y avances de la sociedad.
Uno de estos cambios a los que se enfrentan ahora las empresas es la normativa PSD2 de pagos digitales, que entrará en vigor el 14 de septiembre de 2019.
¿Qué es la normativa PSD2?
PSD2 es la regulación europea enfocada en los servicios de pagos electrónicos. Este sistema pretende facilitar y dar la máxima seguridad a las transacciones monetarias en Europa.
Las leyes PSD2 se han ido adaptando y renovando acorde a los avances tecnológicos y en ciberseguridad. En noviembre de 2018, la Unión Europea comunicaba la nueva normativa PSD2 a fin de luchar contra el fraude en los pagos electrónicos, que entrará en vigor el próximo 14 de septiembre de 2019.
¿En qué consiste la normativa PSD2?
Algunos expertos han anunciado que la nueva normativa cambiará radicalmente la forma en la que compramos por Internet. Pero, ¿en qué consiste realmente esta nueva normativa?
Hasta ahora, cuando queríamos realizar una compra online, la plataforma nos redirigía a una pasarela de pago en la que debíamos insertar cierta información de nuestra tarjeta bancaria (como el número, fecha de caducidad y CVV). En muchas ocasiones, esta acción se complementa con códigos de verificación enviados a través de SMS.
Por tanto, se necesita de una serie de intermediarios que contacten con la compañía emisora de la tarjeta, para que indique a nuestro banco que se debe cargar el pago a otra cuenta bancaria.
Con la nueva normativa PSD2, cada vez que el cliente quiera realizar un pago digital, deberá autentificarse mediante tres formas: algo que tienes (por ejemplo, tarjeta de coordenadas, el móvil o DNI), algo que sabes (una contraseña o código, por ejemplo) o algo que eres (prueba biométrica como la voz o huella digital).
Es decir, ya no serán necesarias las tarjetas bancarias para realizar compras por Internet ni se nos redirigirá a pasarelas externas de pago. Con la nueva ley, ya no habrá intermediarios y las compras podrán realizarse de una manera mucho más fácil entre cliente- empresa con total seguridad.
¿Cómo pueden las empresas adaptarse a esta nueva ley?
Ante esto, las empresas deben adaptarse y contar con recursos que se adapten a la nueva normativa.
Por ejemplo, los pagos a través de DTMF, es decir, mediante inserción escrita de dígitos, deben actualizar sus recursos, ya que este sistema no les servirá. Así, llegan otras herramientas que asumen el rol de la nueva normativa, como es el cobro telefónico con tarjeta de crédito.
Este sistema, además de adaptarse a la nueva normativa, viene integrado en un servicio de centralita virtual, por lo que también permite a las empresas ofrecer sus servicios de atención al cliente, a la vez que los cobros telefónicos.
Sin embargo, visto que muchas empresas todavía no han hecho ninguna modificación en sus métodos pago y no están preparadas para la aplicación de la nueva normativa, el Banco de España anunciaba el pasado 5 de septiembre una moratoria de 14 a 18 meses para su aplicación.
Apuntan que no habrá más aplazamientos y que las empresas deberán adaptarse lo antes posible a esta nueva ley que tiene como finalidad mejorar la seguridad de los clientes y empresas, reducir intermediarios y hacer más competitivo los sectores.
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